miércoles, 27 de enero de 2016

Exposición sobre el rio Matarraña

  

 

EXPOSICIÓN AGOSTO 2015

El objetivo de esta exposición, es recoger la memoria, experiencia y sentir de personas que han vivido en Valderrobres, más de sesenta años y convivido con el río Matarraña a lo largo de su vida. Y mostrarla de forma gráfica para el recuerdo de su pasado y en especial para las generaciones jóvenes y a los que piensan y creen, que tanto Valderrobres, como el río Matarraña siempre han estado así.

El río Matarraña, es un río de aguas perennes de tipo Mediterráneo, cuyo caudal disminuye por el acusado estiaje al que se ve sometido. Aumentando dicho caudal con las lluvias de invierno, primavera y del otoño, que ocasionalmente suelen ser las más intensas, dando lugar a las riadas más grandes que se recuerdan.  Fotos riadas 1617, 1793, 1957, 1965, 1969, 1988, 2000.

Estas grandes riadas, son las que han modelado en parte la fisonomía del río. Así encontramos zonas de corrientes moderadas, seguidas de tramos en los que el agua forma remansos más o menos largos, que en ocasiones van acompañados de ramblas de gravas blancas sin vegetación. Las cuales se pueden transitar por todas partes y divisarse todo a lo largo hasta el siguiente recodo del río. Fotos corrientes, ramblas.


 

El río representa un riesgo y peligro latente, en forma de grandes riadas para los campos y asentamientos que están en sus orillas. Ya lo dice el refrán: A la orilla del río, no hagas el nido.

A pesar de ello, los humanos no han dejado de instalar desde tiempos inmemoriales sus asentamientos cerca o en la orilla misma de los ríos. El motivo de ello, aprovechar todo lo que el río les ofrecía para cubrir sus necesidades de la vida cotidiana:
Agua para beber las personas y animales domésticos que poseían.
Agua para usos domésticos, higiene, etc.
Agua para regar sus cultivos.
Lugar para pastar y abrevar sus rebaños de ovejas y cabras.

Cantos rodados “coduls”, grava y arena. En las medianas y grandes riadas, el río actúa como si fuera una planta lavadero de áridos natural. La corriente del agua arranca tierras, piedras, gravas y arenas arrastrándolas río abajo, lavando la tierra y en determinadas partes del cauce, la corriente del agua pierde fuerza y las gravas y arenas sedimentan y se acumulan.
Estas acumulaciones de gravas y arenas del cauce del río, son las que las personas que han vivido a su alrededor han extraído desde siempre para construir sus edificaciones, viviendas, corrales, almacenes, iglesias, castillos, etc.
Al extraer estas acumulaciones de “coduls” para empedrar las calles y las gravas y arenas para construir sus edificaciones, al mismo tiempo se estaba haciendo un trabajo parecido a lo que en estos tiempos hacen los servicios de mantenimiento de carreteras . Que cuando ocurren deslizamientos de tierras y piedras que afectan a algún carril de una carretera, las retiran lo más rápido posible para facilitar el paso de los vehículos. En el caso del río, para facilitar el paso del agua en las riadas grandes, para evitar posibles inundaciones y destrozos.

También se recolectaba la”boga” anea para el encordado de sillas.
Se recolectaban también “grenches” plantas acuáticas que se daban para comer a los cerdos.
Mimbres de sargas, para hacer cestos.

Y también aunque fuera del cauce, estaban los bosques de ribera que se plantaban a la orilla de los huertos, de chopos “lombardos”, que sus potentes raíces iban a buscar el nivel freático del río y que las personas utilizaban como tablas, tablones y como vigas en sus construcciones.

Además, el río con sus ramblas formaba un espacio abierto libre de vegetación, por donde poder pasear sin ningún obstáculo, contemplando el paisaje a lo largo del mismo y disfrutando también de sus ramblas a modo de playas fluviales. Fotos aprovechamientos.

Todo esto fue así hasta 1960, esto significa el PASADO.

A partir de 1960 en los pueblos se empezaron a mejorar las condiciones  higiénicas sanitarias de las viviendas. Con la incorporación de los cuartos de baño, los cuales se componían mayoritariamente de lavabo, ducha e inodoro. El inodoro sustituyó al escusado o retrete que se había utilizado hasta entonces y cambió la forma de eliminar los excrementos humanos. En vez de mezclarlos con los excrementos de los animales domésticos caballerías, cerdos, gallinas, conejos, etc. y utilizarlos para el abonado de los huertos y campos. A partir del funcionamiento del inodoro, los excrementos humanos, papel higiénico, etc. a través de las cloacas fueron a parar al río.

Después, vinieron las lavadoras automáticas de ropa y los lavavajillas, sumándose a las duchas e inodoros. Por lo cual toda la materia orgánica de tipo humano, ahora está en el agua y gravas del río abonando y haciendo crecer y proliferar la vegetación del cauce.

También a principios de los noventa del siglo pasado, a alguien no le pareció bien el estado del río Matarraña, heredado de millones de años, con sus ramblas de gravas blancas sin vegetación y decidió plantar sargas, chopos, etc. por dichas ramblas. Cambiando y alterando su aspecto de siempre, a la vez que se propició la producción de semilla por dichas plantas y árboles, infestando de vegetación todo el cauce del río .Fotos plantas, árboles.

El sabio griego Arquímedes en su célebre principio decía: Que un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo, recibe un empuje hacía arriba igual al peso del volumen del fluido que desaloja.
Haciendo un paralelismo del principio de Arquímedes con el río se puede decir: Que todo obstáculo que sobresale del cauce de un río. Ya sean rocas, gravas acumuladas, construcciones, vegetales como árboles, arbustos, hierbas, etc. desplazan tal cantidad de agua, como la superficie que hace resistencia a la misma, obligándola a subir de nivel, aumentando la presión y la velocidad de la misma e inundando zonas colindantes del río más altas, produciendo destrozos que de no haber existido dichos obstáculos no hubieran ocurrido. No se debe olvidar que la función principal de un cauce, es la de evacuar el agua de las grandes riadas. Fotos sargas, sauces, chopos, rocas.

La vegetación en el cauce, especialmente las sargas, chopos, etc. sin límites y la imposibilidad de retirar las acumulaciones de grava, favorece la creación de parapetos tejidos de hierbas, ramas y árboles arrancados. Estos parapetos retienen el agua y reducen su espacio para pasar, que al pasar más apretada aumenta su presión y velocidad. Creando regueros y barrancos donde antes era una rambla lisa. Fotos barrancos.

El nivel de infestación de chopos, sargas, sauces, aliantos, hierbas, y parapetos de árboles, además de la acumulación de gravas, en determinados lugares del cauce del río Matarraña a su paso por el término municipal de Valderrobres, es de una magnitud que el río por si solo es incapaz de revertir su situación y lograr un cauce capaz de evacuar las riadas grandes, con los mínimos destrozos posibles.

Todo esto significa el PRESENTE.

Hasta aquí se ha mostrado el PASADO Y EL PRESENTE DEL RIO MATARRAÑA. A su paso por el término municipal de Valderrobres. Ahora habría que mostrar el FUTURO. ¿Pero como mostrar el FUTURO gráficamente en imágenes si estas aún no se han producido?

Para intentar mostrar el FUTURO, vamos a recurrir a las imágenes y al sentir que a las personas que han convivido con el río Matarraña en Valderrobres, más de sesenta años de su vida cuando ven el cauce del río Matarraña en el estado actual, les vienen a la mente: Las imágenes de aquel cauce de ramblas de grava blanca sin vegetación y las riadas grandes  que soportaron. Y mentalmente se les aparece una extrapolación, de la situación actual de obstrucción del cauce del río Matarraña, soportando una riada grande, y se preguntan. ¿Cómo pasara el agua y por donde pasará? Fotos imágenes mentales.
Las riadas  no se pueden detener y a más obstáculos que se encuentren en el cauce, ya sean sargas, chopos, etc. como gravas acumuladas, más altura del nivel del agua que presionará a las orillas buscando su salida. Inundando, poniendo en peligro y causando destrozos en orillas, edificaciones, huertos, etc. Fotos daños orillas.



Con una gestión adecuada, se lograría la capacidad de evacuación del agua de las grandes riadas, que es para lo que el cauce debe estar preparado. Al mismo tiempo que se ganaría en seguridad para las orillas, huertas y el pueblo de Valderrobres y que los daños fueran los mínimos posibles de acuerdo con la magnitud de la riada.

También se mantendría en el tiempo la sostenibilidad ecológica del río como antaño.

Por otro lado, el río podría ser autosuficiente económicamente, aprovechando los recursos que ofrece en forma de acumulaciones de grava. A veces hemos escuchado comentarios de vecinos de Valderrobres de ideas como esta: Para recuperar la capacidad de evacuación del cauce del río Matarraña a su paso por el término municipal de Valderrobres, no sería preciso pagar máquinas ni a empresas. Es probable, que las empresas de áridos existentes en Valderrobres, realizaran los trabajos necesarios y además aún hicieran alguna aportación económica por retirar y aprovechar las acumulaciones de gravas del cauce, como en otras ocasiones ya realizaron.

Por lo que el río Matarraña, a su paso por el término municipal de Valderrobres, también lograría la sostenibilidad económica.

Las riadas grandes volverán, no se sabe cuando, pero volverán. Lo que si es más fácil de vaticinar, es que no serán necesarias las grandes riadas para causar destrozos, ya que el cauce del río Matarraña, a su paso por el término municipal de Valderrobres, mientras no se haga nada y se revierta su situación, cada día está más lleno de vegetación y gravas y cuanto más tarde en llegar la riada el resultado será peor para las orillas, huertas y el pueblo de Valderrobres en general.
 

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