EXPOSICIÓN AGOSTO 2015
El objetivo de
esta exposición, es recoger la memoria, experiencia y sentir de personas que
han vivido en Valderrobres, más de sesenta años y convivido con el río Matarraña
a lo largo de su vida. Y mostrarla de forma gráfica para el recuerdo de su
pasado y en especial para las generaciones jóvenes y a los que piensan y creen,
que tanto Valderrobres, como el río Matarraña siempre han estado así.
El río Matarraña,
es un río de aguas perennes de tipo Mediterráneo, cuyo caudal disminuye por el
acusado estiaje al que se ve sometido. Aumentando dicho caudal con las lluvias
de invierno, primavera y del otoño, que ocasionalmente suelen ser las más
intensas, dando lugar a las riadas más grandes que se recuerdan. Fotos riadas 1617, 1793, 1957, 1965, 1969, 1988,
2000.
Estas grandes
riadas, son las que han modelado en parte la fisonomía del río. Así encontramos
zonas de corrientes moderadas, seguidas de tramos en los que el agua forma
remansos más o menos largos, que en ocasiones van acompañados de ramblas de
gravas blancas sin vegetación. Las cuales se pueden transitar por todas partes
y divisarse todo a lo largo hasta el siguiente recodo del río. Fotos
corrientes, ramblas.
El río
representa un riesgo y peligro latente, en forma de grandes riadas para los
campos y asentamientos que están en sus orillas. Ya lo dice el refrán: A la
orilla del río, no hagas el nido.
A pesar de
ello, los humanos no han dejado de instalar desde tiempos inmemoriales sus
asentamientos cerca o en la orilla misma de los ríos. El motivo de ello,
aprovechar todo lo que el río les ofrecía para cubrir sus necesidades de la
vida cotidiana:
Agua para
beber las personas y animales domésticos que poseían.
Agua para usos
domésticos, higiene, etc.
Agua para
regar sus cultivos.
Lugar para
pastar y abrevar sus rebaños de ovejas y cabras.
Cantos rodados
“coduls”, grava y arena. En las medianas y grandes riadas, el río actúa como si
fuera una planta lavadero de áridos natural. La corriente del agua arranca
tierras, piedras, gravas y arenas arrastrándolas río abajo, lavando la tierra y
en determinadas partes del cauce, la corriente del agua pierde fuerza y las
gravas y arenas sedimentan y se acumulan.
Estas
acumulaciones de gravas y arenas del cauce del río, son las que las personas
que han vivido a su alrededor han extraído desde siempre para construir sus
edificaciones, viviendas, corrales, almacenes, iglesias, castillos, etc.
Al extraer
estas acumulaciones de “coduls” para empedrar las calles y las gravas y arenas
para construir sus edificaciones, al mismo tiempo se estaba haciendo un trabajo
parecido a lo que en estos tiempos hacen los servicios de mantenimiento de
carreteras . Que cuando ocurren deslizamientos de tierras y piedras que afectan
a algún carril de una carretera, las retiran lo más rápido posible para
facilitar el paso de los vehículos. En el caso del río, para facilitar el paso
del agua en las riadas grandes, para evitar posibles inundaciones y destrozos.
También se
recolectaba la”boga” anea para el encordado de sillas.
Se
recolectaban también “grenches” plantas acuáticas que se daban para comer a los
cerdos.
Mimbres de
sargas, para hacer cestos.
Y también
aunque fuera del cauce, estaban los bosques de ribera que se plantaban a la
orilla de los huertos, de chopos “lombardos”, que sus potentes raíces iban a
buscar el nivel freático del río y que las personas utilizaban como tablas,
tablones y como vigas en sus construcciones.
Además, el río
con sus ramblas formaba un espacio abierto libre de vegetación, por donde poder
pasear sin ningún obstáculo, contemplando el paisaje a lo largo del mismo y
disfrutando también de sus ramblas a modo de playas fluviales. Fotos
aprovechamientos.
Todo esto fue
así hasta 1960, esto significa el PASADO.
A partir de
1960 en los pueblos se empezaron a mejorar las condiciones higiénicas sanitarias de las viviendas. Con
la incorporación de los cuartos de baño, los cuales se componían
mayoritariamente de lavabo, ducha e inodoro. El inodoro sustituyó al escusado o
retrete que se había utilizado hasta entonces y cambió la forma de eliminar los
excrementos humanos. En vez de mezclarlos con los excrementos de los animales
domésticos caballerías, cerdos, gallinas, conejos, etc. y utilizarlos para el
abonado de los huertos y campos. A partir del funcionamiento del inodoro, los
excrementos humanos, papel higiénico, etc. a través de las cloacas fueron a
parar al río.
Después,
vinieron las lavadoras automáticas de ropa y los lavavajillas, sumándose a las
duchas e inodoros. Por lo cual toda la materia orgánica de tipo humano, ahora
está en el agua y gravas del río abonando y haciendo crecer y proliferar la
vegetación del cauce.
También a
principios de los noventa del siglo pasado, a alguien no le pareció bien el
estado del río Matarraña, heredado de millones de años, con sus ramblas de
gravas blancas sin vegetación y decidió plantar sargas, chopos, etc. por dichas
ramblas. Cambiando y alterando su aspecto de siempre, a la vez que se propició
la producción de semilla por dichas plantas y árboles, infestando de vegetación
todo el cauce del río .Fotos plantas, árboles.
El sabio
griego Arquímedes en su célebre principio decía: Que un cuerpo total o
parcialmente sumergido en un fluido en reposo, recibe un empuje hacía arriba
igual al peso del volumen del fluido que desaloja.
Haciendo un
paralelismo del principio de Arquímedes con el río se puede decir: Que todo
obstáculo que sobresale del cauce de un río. Ya sean rocas, gravas acumuladas,
construcciones, vegetales como árboles, arbustos, hierbas, etc. desplazan tal
cantidad de agua, como la superficie que hace resistencia a la misma,
obligándola a subir de nivel, aumentando la presión y la velocidad de la misma
e inundando zonas colindantes del río más altas, produciendo destrozos que de
no haber existido dichos obstáculos no hubieran ocurrido. No se debe olvidar
que la función principal de un cauce, es la de evacuar el agua de las grandes
riadas. Fotos sargas, sauces, chopos, rocas.
La vegetación
en el cauce, especialmente las sargas, chopos, etc. sin límites y la
imposibilidad de retirar las acumulaciones de grava, favorece la creación de
parapetos tejidos de hierbas, ramas y árboles arrancados. Estos parapetos
retienen el agua y reducen su espacio para pasar, que al pasar más apretada
aumenta su presión y velocidad. Creando regueros y barrancos donde antes era
una rambla lisa. Fotos barrancos.
El nivel de
infestación de chopos, sargas, sauces, aliantos, hierbas, y parapetos de
árboles, además de la acumulación de gravas, en determinados lugares del cauce
del río Matarraña a su paso por el término municipal de Valderrobres, es de una
magnitud que el río por si solo es incapaz de revertir su situación y lograr un
cauce capaz de evacuar las riadas grandes, con los mínimos destrozos posibles.
Todo esto
significa el PRESENTE.
Hasta aquí se
ha mostrado el PASADO Y EL PRESENTE DEL RIO MATARRAÑA. A su paso por el término
municipal de Valderrobres. Ahora habría que mostrar el FUTURO. ¿Pero como
mostrar el FUTURO gráficamente en imágenes si estas aún no se han producido?
Para intentar
mostrar el FUTURO, vamos a recurrir a las imágenes y al sentir que a las
personas que han convivido con el río Matarraña en Valderrobres, más de sesenta
años de su vida cuando ven el cauce del río Matarraña en el estado actual, les
vienen a la mente: Las imágenes de aquel cauce de ramblas de grava blanca sin vegetación
y las riadas grandes que soportaron. Y
mentalmente se les aparece una extrapolación, de la situación actual de obstrucción
del cauce del río Matarraña, soportando una riada grande, y se preguntan. ¿Cómo
pasara el agua y por donde pasará? Fotos imágenes mentales.
Las
riadas no se pueden detener y a más
obstáculos que se encuentren en el cauce, ya sean sargas, chopos, etc. como
gravas acumuladas, más altura del nivel del agua que presionará a las orillas
buscando su salida. Inundando, poniendo en peligro y causando destrozos en
orillas, edificaciones, huertos, etc. Fotos daños orillas.
Con una
gestión adecuada, se lograría la capacidad de evacuación del agua de las
grandes riadas, que es para lo que el cauce debe estar preparado. Al mismo
tiempo que se ganaría en seguridad para las orillas, huertas y el pueblo de
Valderrobres y que los daños fueran los mínimos posibles de acuerdo con la
magnitud de la riada.
También se
mantendría en el tiempo la sostenibilidad ecológica del río como antaño.
Por otro lado,
el río podría ser autosuficiente económicamente, aprovechando los recursos que
ofrece en forma de acumulaciones de grava. A veces hemos escuchado comentarios
de vecinos de Valderrobres de ideas como esta: Para recuperar la capacidad de
evacuación del cauce del río Matarraña a su paso por el término municipal de
Valderrobres, no sería preciso pagar máquinas ni a empresas. Es probable, que
las empresas de áridos existentes en Valderrobres, realizaran los trabajos
necesarios y además aún hicieran alguna aportación económica por retirar y
aprovechar las acumulaciones de gravas del cauce, como en otras ocasiones ya
realizaron.
Por lo que el
río Matarraña, a su paso por el término municipal de Valderrobres, también
lograría la sostenibilidad económica.
Las riadas
grandes volverán, no se sabe cuando, pero volverán. Lo que si es más fácil de
vaticinar, es que no serán necesarias las grandes riadas para causar destrozos,
ya que el cauce del río Matarraña, a su paso por el término municipal de
Valderrobres, mientras no se haga nada y se revierta su situación, cada día
está más lleno de vegetación y gravas y cuanto más tarde en llegar la riada el
resultado será peor para las orillas, huertas y el pueblo de Valderrobres en
general.